Siglos entre tinieblas. Sin dolor, sin temor, sin amor. La vida es un regalo que me ha sido arrebatado por la eternidad, pues de nada sirve el paso interminable de las horas si has de contemplarlo solo.
Agazapada en el más profundo de los abismos, buscando desesperada una gota de luz, una voz que me aleje de esta sempiterna, lóbrega noche. Solo la muerte me acompaña través de las épocas, solo la condena a permanecer inextinguible mientras todo lo hermoso nace y desaparece.